Artigue, Pinet, Pica d’Estats, Riufred, Soulcem. 2000m+, 18km, 8h 50m.
Hacía tiempo que le perseguíamos, era un proyecto de los que cuesta encontrar el momento, ya sea por falta de condiciones, por desconocimiento de la zona o por logística. Parece que la primavera será poco generosa con la conservación del manto nivoso, así que sin muchas dudas, cargamos las furgos y llegamos a la hora de las campanadas en la presa de Soulcem (según el cartel de abajo, la carretera estaba Ferme). Los compañeros ya hace horas que roncan. A las 6:30 am llegan refuerzos y suena el despertador. Viendo la poca nieve en el tramo final de la canal, decidimos no subirla y probar una aventura circular con la ayuda de los coches.
Dejamos un coche en el Etang de Soulcem y bajamos con el otro en el parking de l’Artigue. Por un lado, nos exponemos a un porteo bestial hasta encontrar nieve (ya que arrancamos a 1182m), pero por el otro, el desnivel de subida será más progresivo, agradecido y cuando llegue la nieve podremos poner pieles y foquear con los esquís en los pies hasta arriba. Subir por la canal de Riufred, sería sinónimo de colgar esquís a la espalda hasta casi arriba y buscarnos la vida, primero entre el río y los bloques de roca, más adelante entre los restos de purgas y nieve «podrida» y finalmente entre las anchas palas del último tramo.
Efectivamente, la porteada es bestial, hasta pasados los primeros 600 m +, después del bosque, nos podemos calzar los esquís. Ahora bien, el ritmo es tremendo y el timming perfecto. Con dos horas clavadas hacemos un mouse en el refugio de Pinet. Cruzamos el lago de Pinet, el barranco y subimos hacia arriba. Una vez superada la canal ancha, buenas noticias.
El diluvio de la noche anterior ha sido una generosa nevada en altura. Parece que será una bajada «nieve polvo, todo abierto», por lo menos el primer tramo. Con poco más de cinco horas nos plantamos en la cima de la Pica d’Estats (3143m), bajo un día exigente, un cielo amenazante y algunos copos de nieve que hacen más épica la salida.
La canal norte de la Punta Gabarró presenta unas condiciones óptimas, sería poner la guinda al pastel y encadenar una bajada de ensueño, pero el tiempo empeora y retrasar la bajada nos podría condicionar la visibilidad. Así que la Punta Gabarró deberá esperar (pero volveremos, siempre hay que tener objetivos en mente). Sacamos crampones e iniciamos el descenso, directos hacia el inicio de la canal. 20 centímetros de nieve polvo y el día que, a pesar de estar al límite, parece que aguanta. Los primeros metros son un regalo, y conforme nos adentramos hacia la parte más estética de Riufred, la belleza aumenta.
Las imponentes paredes a ambos lados, las canales que dibuja la nieve entre la unión de las aristas y las formas que toma el barranco son un espectáculo. De la mitad para abajo, la nieve con aroma primaveral coge protagonismo: rehielo, costra y nieve extremadamente húmeda, con una espectacular zona de bolas de nieve fruto de las purgas en el tramo final. En medio, pasamos por encima del lago de Riufred, tramo en el que hay que remar un poco para encarar la última parte de la canal.
Una bajada 100% Pirineo, seguramente de las más estéticas y largas: con pendiente, metros y metros de desnivel, nieve de todos los tipos y buenas vistas.
Apuramos todo lo que que la alfombra blanca (cada vez más marrón) nos deja y llegamos mucho más abajo de lo que preveíamos. Sin embargo, a pesar de tener el Etang de Soulcem a tocar, nos espera un retorno entretenido, sin camino definido y con tramos de aventura asegurados.
Freeride sin esquís para cerrar una jornada por enmarcar!
Track de la ruta:
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