La silueta de la Montaña de Montserrat, visible desde kilómetros de distancia, se ha convertido a lo largo de los siglos un importante polo de atracción para eremitas, montañeros, religiosos y turistas.
La atracción enigmática que desprenden sus monolitos y sus canales ha generado todo tipo de historias y leyendas, hitos deportivos y una importante tradición religiosa. Recorrer sus caminos junto a caseríos históricos, perderse por senderos y canales, visitar sus grutas y ermitas, o ascender a las colinas y agujas es sin duda, la millormanera de sentir cerca toda esta magia.
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